jueves, 27 de noviembre de 2014

LA DISPRAXIA



                                ¿QUÉ ES LA DISPRAXIA? 

El termino dispraxia o síndrome del niño torpe,  también conocido como trastorno del desarrollo de la coordinación se utiliza para describir las dificultades en el desarrollo de las destrezas motoras. No se conoce la causa, sin embargo, se sabe que las dificultades surgen en el procesamiento de la información entre el cerebro y el cuerpo, lo que afecta a la habilidad del niño para moverse de manera efectiva. (KULUNKA, asociación para la atención a niños con alteraciones del desarrollo). 
El origen etimológico de la palabra nos da las claves para saber en qué consiste esta enfermedad. El prefijo “dis-” señala dificultad o anomalía y la palabra de origen griego “praxis” significa práctica. Es decir, la dispraxia haría referencia a la dificultad para realizar con coordinación ciertas tareas, desde llevar a cabo movimientos elementales hasta tener dificultades en el habla. 


                              
La dispraxia es un desorden mental común que afecta con severidad al 2 por ciento de los británicos pero cuyos síntomas se pueden ver en, aproximadamente, el 10 por ciento de la población de este país. Los varones son los más afectados al padecer esta enfermedad cuatro veces más que las mujeres.
Tipos de dispraxia:
Aunque el término ‘dispraxia’ hace referencia principalmente a incoordinación motora, este problema puede afectar a varias áreas y niveles, como el lenguaje o el desarrollo emocional, según la doctora María Teresa Romero Rubio, (pediatra)  da lugar a diferentes tipos de dispraxia:

a)      Dispraxia ideomotora:

Existe una interrupción entre la secuencia de pensar y realizar un acto sencillo, como por ejemplo coger un objeto, como un peine.

b)      Dispraxia ideatoria:

Se afecta la cadena de secuencias de pasos sencillos que dan lugar a uno complejo: abotonar un botón, atarse los cordones, meter una llave en la cerradura.

c)      Dispraxia oromotora o del habla:

En este caso se ven afectados los grupos musculares que se encargan de la fonación, mostrando problemas para pronunciar algunas palabras o sílabas, por lo tanto el habla del niño se moverlos de un lugar a otro: por ejemplo, meter una caja pequeña dentro de otra más grandes se verá afectada.

d)     Dispraxia constructiva:

Existe una dificultad en comprender las relaciones espaciales entre los objetos, por lo que resulta difícil. 



Según el periódico Daily Mail, Daniel Radcliffe, el actor británico que
 interpreta en la gran pantalla al famoso mago Harry Potter, sufre dispraxia,
 un desorden neurológico que consiste en  la dificultad para realizar con 
coordinación ciertas tareas, por ejemplo, llevar a cabo determinados 
movimientos elementales o incluso en el habla. De acuerdo con la
 Organización Mundial de la Salud, afecta a cerca del 6 por ciento de 
los niños, aunque Dyspraxia USA afirma que otras entidades  creen que esa 
cifra podría alcanzar hasta el 10 por ciento.